Vivo inconfundiblemente
una historia cualquiera
como cualquier historia.
Sufro sin lugar a dudas
un dolor conocido
como un común dolor.
En algún lugar debe haber
algún hombre que pensó
como yo
que único era su sentir.
Inevitablemente tratará
de parecerlo diferente ante otros
como yo que trato inútilmente
de inventar un monumento
a los que creen como yo creí.
Una cosa les puedo decir
(si alguien de ustedes leyera algún día esto)
una vez me dijeron que construya
yo mismo un monumento para mí
una cosa enorme
que nadie pueda al pasar dejar de verlo.
Sólo se los cuento.
Es un buen consejo.