martes, 22 de abril de 2008

nada maravilloso

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telepatía

Dibujo a tinta china y photoshop.
Practicando la transmisión extraordinaria de información a través del espacio.

Te llevo en mi universo

Dibujo a tinta china y photoshop (boceto)
Esta serie de dibujos son en realidad bocetos que estoy coloreando en la compu para poder tener una idea completa de la imagen antes de pintarla. Como verán el tema ha derivado poco a poco, desde hace un tiempo, en la relación de pareja. En las diferentes formas en las que nos relacionamos y nos envolvemos con un otro/otra. En como uno se mezcla o distorsiona.

El encuentro 4


Dibujo a tinta china y photoshop (boceto)
L a v i s i ó n c o m p a r t i d a.
Es pajísisma sentir que piensas lo mismo con alguien. O más allá de pensar, sentirse comprendido. Percibir por un momento, aunque sea por uno sólo, que la realidad que entra por tus ojos (o por uno de ellos) es compartida. Cuánto daría porque esos momentos sean más seguidos. Por sentirme contenido por una visión, descansar en la mitad de la mente de alguien, tan sólo mirar y no tener la necesidad de mayores explicaciones.

2x1

Dibujo a tinta china y Photoshop (boceto)
Cuando parecemos uno siendo dos
o dos dentro de uno.

martes, 15 de abril de 2008

caratula Luz artificial

¿Y si un día comienza a perseguirte un poste de luz eléctrica?
¿Y si de pronto te conviertes en un ser iluminado?
Luz artificial es un relato gráfico, una metáfora cálida y sencilla sobre lo que significa estar iluminado. Este libro presenta la historia de un hombre al que, un día cualquiera, empieza a perseguirlo un poste callejero. Él irá descubriendo que no es poca cosa ser un hombre iluminado, aunque sea por un poste de luz eléctrica.

El libro ha sido publicado por el sello Alamah de editorial Santillana y está en venta en las librerias.
Luz artificial

Derrida, el filósofo francés, dice que no puede trabajar sin luz artificial. Incluso de día, enciende un foco de luz eléctrica, porque, según dice, siempre tiene la sensación de que falta luz. Fito Espinosa también tiene en su taller un fluorescente que mantiene encendido durante todo el día, no sé si porque siente que le falta luz, pero él asegura que el fluorescente lo viene persiguiendo desde hace mucho tiempo, y a cada taller que se muda, el fluorescente también se muda con él. Bajo esa luz ha inventado al hombre que estaba iluminado por un poste de luz eléctrica y ha escrito y pintado el libro “Luz Artificial”. Un cuento infantil para adultos. Un libro para adultos infantiles o niños adultos. Una historia sin pies ni cabeza. Un poema, más que una historia. Un poema que explora una forma de ser, un estado de ánimo, un premio, una condena.

La luz que ilumina al hombre de este libro no es una luz natural que emana el cuerpo o el espíritu o la Mirada, es una luz creada por el ser humano, que caprichosamente ha elegido instalarse junto al hombre, así como un cantante de rock se convierte gracias a las demás personas en una estrella. Luz artificial, luz de mentira, luz impostora, luz efímera. Puede ser, pero cualquier cosa es mejor que no estar iluminado por nada. Las mujeres dan a luz, quizás por eso a los hombres no les quede otra que buscar la luz artificial. Una luz artificial cálida y amable, como la que persigue a este personaje. Hay mil maneras de brillar, una de ellas es gracias a una luz artificial que te acompaña.

El libro recuerda a los cuadernos con poemas ilustrados de Luis Hernández. El entrañable personaje de este poeta, Gran Jefe un lado del Cielo, comparte con el hombre que estaba iluminado por un poste de luz eléctrica la ternura, la ironía, la tristeza que se carga como se carga un poste de luz y como se sufre el puñal clavado en la espalda, en silencio y resignadamente. Quizá la tristeza sea una carga, pero quizá sea el motor, la energía artificial que permite ver hacia dónde caminamos, la lucidez del melancólico, la obligación de estar alerta ante la aparición de la maravilla o del horror, la mirada insomne del que se ha dado cuenta de que, en este mundo, la mayoría de cosas están chuecas y que quizá lo único que nos queda es pintarlas de colores.

“Luz Artificial” recuerda también al libro “La melancólica muerte de chico ostra”, de Tim Burton. El hombre que estaba iluminado por un poste de luz eléctrica podría estar en el libro del cineasta junto con el Chico Mancha, el Chico Ostra y el Chico Momia, personajes que tienen una marca, una seña, un defecto, que son requisitos para ser mejores, o, por lo menos, diferentes, como escribe Fito en la página 45. Así como los personajes de Burton, los de Fito también son personajes marginales y surrealistas, encerrados en el calabozo de su propia luz, que por ser diferentes no pueden relacionarse de manera normal con el resto de la gente, y que llevan su soledad de la mejor manera que pueden.


La energía artificial tiene voluntad propia, el hombre no. El hombre que estaba iluminado por un poste de luz eléctrica no ha buscado ser iluminado por él, acepta con indiferencia ser perseguido. El hombre no comprende por qué ese poste de luz ha decidido acompañarlo a él, hay tanta gente en la ciudad y justo se le ocurre elegirlo a él, opaquísima y apagada estrella. Los autos pasan sin luz en su interior y lo hacen sentir solo: ser el único iluminado lo aísla y entristece, se encierra sin poder evitarlo en el diámetro que proyecta la luz sobre la acera. Hasta que se da cuenta de las ventajas de ser iluminado por un poste: Si bien no le permite establecer una verdadera comunicación con los demás, la luz propicia el amor de los amantes, la introspección y el recuerdo, la luz atrae a otras personas, aunque sea por conveniencia, y, sobre todo, la luz le permite ver las cosas que suelen pasar desapercibidas para los demás. En esta época en la que hay pocos seres naturalmente iluminados, no está nada mal tener un poste de luz particular que nos persiga con persistencia, como persigue el fluorescente de su taller a Fito y le permite sumergirnos a nosotros en sus sueños artificiales e iluminados a través de un libro como éste. En el micro todos van con ojos abiertos y el hombre que estaba iluminado por un poste de luz eléctrica es el único que cierra los ojos, porque, como ya lo dijo Fito hace tiempo, la posición correcta para esperar la llegada del sueño, no es horizontal.

Mariana de Althaus

(texto de la presentación del libro en el CCPUCP)




pag 2 luz artificial


pag 7 luz artificial


pag 8 luz artificial


El parque habitual

El parque habitual (140 x 180 cm completo) acrílico sobre tela



Hoy la tarde está increíble
y quisiera que la embellezcas más

Casa y poste

Casa y poste (50 x 50 cm) acrílico sobre tela
Esta serie de cuadros pequeños muestran los espacios por los que transita el personaje anónimo del cuento. Postes, casas, calles, edificios, autos. Son los lugares que quedaron como escenografía sin el hombre. Colores pasteles, la paleta se ha iluminado tambien.

Postes

Postes (50 x 50 cm) acrílico sobre tela

Si los postes tuvieran personalidad, ésta sería un poco triste y encorvada, y a la vez dispuesta a ayudar y a iluminar el paso de cualquier transeúnte. Sería sencilla y sin ambiciones, más que la de alejar un poco la oscuridad de algunas calles para dejarnos regresar a casa.

Autos

Autos (50 x 50 cm) acrílico sobre tela

Aviones II


Aviones II (50 x 50 cm) acrílico sobre tela

Vw

Vw (50 x 50 cm) acrílico sobre tela

El encuentro II



El encuentro II (100 x 100 cm) acrílico sobre tela

El parque habitual II


El parque habitual II (140 x 180 cm) acrílico sobre tela
"Todas las aves que habían en tu alma llegaron a mi". A partir de esta frase se me ocurrieron muchas imágenes, la mayoría con relación a una chica, a un chico, y a aves o cosas parecidas. Se puede interpretar como una comunicación de otro nivel, una transferencia de "algo", incluso sin relación física. Las aves atraviesan el espacio, y siguen su propio camino. Lo que uno genera puede recorrer distancias y causar cosas en otros.