sábado, 26 de octubre de 2013



Me gusta pensar que puede haber un lugar seguro, invariable, un espacio que contenga y que a la vez deje estar. Me gusta, por las noches, cuando estoy a punto de dormir, creer que la oscuridad es como una piscina, inmensa, tibia, esperando para abrazarme. Pensar en ese lugar donde el tiempo sea innecesario y los pensamientos floten sin que se fijen mucho rato en la mente es reconfortante, especialmente cuando estoy cansado y el mundo de afuera me ha colmado.

2 comentarios:

Observando desde otra perspectiva... dijo...

Pues si existe ese lugar ...dentro de Ti.y DEBE SER MUY BELLO PARA EXPRESAR TANTA BELLEZA QUE SE VE EN TUS OBRAS...GRACIAS!!!

Unknown dijo...

dulce muy dulce!